martes, 1 de junio de 2010

Capitulo 3.

María caminaba sin prisas, mientras Alexander la miraba con una mezcla de cariño, dolor y duda en sus ojos.

En ese instante, sonaron las campanadas de la iglesia, que susurraron la evidente salida del sol en cuestión de minutos. Ambos comenzaron a correr tras intercambiar una breve mirada. La vampiresa parecía danzar más que correr, con unos pasos cortos, pero muy sutiles.

Al cabo de unos minutos, el sol bañaba la parte superior de los edificios más altos. La luz iluminó toda la calle justo cuando Alexander acababa de entrar en el portal. Entró en el ascensor, y María le dedicó una sonrisa deslumbrante que le hizo mantener la mirada gacha.

El ascensor se paró entre la octava y la novena planta. La puerta se abrió, dejando ver un extenso pasillo de paredes blancas, sin ventanas.
Salieron, y caminaron hasta un portón de madera gris. Alexander pronunció unas palabras en un extraño idioma, se abrió. María lo miraba con el rostro lleno de confusión y sorpresa. Se adentraron en la oscura habitación.

-Que acogedor- dijo ella con tono burlón al traspasar el umbral.

El muchacho se encogió de hombros con un fluido movimiento de espalda.

- Peor es nada.

Ella sonrió de la misma manera que hacía apenas unos minutos en el ascensor. Alexander apartó la vista para no quedársela mirando fijamente.

-Y bien, ¿Me ayudarás a recordar como prometiste?

Ella adoptó actitud seria tras lanzar un suspiro:

>> Bien, - comenzó- como ya recuerdas me llamo María. Cuando nos conocimos no era vampiresa, sino una simple humana del montón. Hasta el día en que te conocí.
Aquel día yo debía ir a San Antonio desde la estación de Coope City, que por allá entonces era una ciudad demasiado pequeña, y habitaban pocos jóvenes en ella.
Nada más comprar los billetes, me senté pacientemente aguardando la llegada de la diligencia. Entonces me fijé en ti. Ibas vestido con un traje demasiado elegante como para ser un simple empresario.

Cuando llegó mi transporte, me subí nada más apearse. Te subiste apenas unos segundos antes de que el conductor hiciera que el caballo corriese para salir en dirección a San Antonio. Recuerdo que te miré a los ojos, y tú me devolviste una mirada cargada de indiferencia que me hizo temblar inconscientemente.
A casi mitad del viaje, contemplamos como otra diligencia que venía en dirección opuesta, era atacada por salvajes de la zona.
Acabaron con sus viajeros, y dirigieron la mirada hacia nosotros, tras percatarse de que ese día obtendrían un botín doble. Te miré un momento asustada, pero tú esbozabas una sonrisa que demostraba tus ansias de sangre. <<

Alexander la miró incrédulo. No podía ser que él, que solo mataba en propia defensa, disfrutara con la idea de derramar sangre de cualquiera.
En aquel instante, se imaginaba dentro del carro, esbozando aquella sonrisa que le arrancaría la felicidad al rostro de un niño, para sustituirlo por puro terror.

Ella continuó:

>> Cuando nos rodearon, observé como extraías una aguja de alguna parte de tu cuerpo. Saltaste por un hueco hasta el asiento del conductor, que yacía en el suelo, atravesado por una flecha en pleno pulmón.
Gritaste algo incomprensible, que aún en estos días me es imposible entender, y la aguja se convirtió en una espada. –Observó durante medio segundo la espada que Alexander aguantaba entre sus manos.
Y te enzarzaste en una rápida lucha contra los indios. Ninguna de sus flechas lograba tocarte. En un segundo estabas junto al primer jinete, y al otro ya habían caído todos los salvajes.

Corriste dirección a los apresados, y te cercioraste que estaban muertos. Cuando llegaste junto a una chica de pelo negro que aún respiraba entrecortadamente atravesada por dos flechas. >>

El chico lo asimilaba todo con demasiada facilidad, y apenas sin inmutarse. Algo que realmente le dio miedo.

-¿Le hice algo?- Preguntó.

Ella asintió, y prosiguió:

>> Desde donde me encontraba, pude apreciar como le tocabas la frente con lo palma de la mano. Una luz intensa me cegó durante unos segundos, y me hizo cerrar los ojos involuntariamente.
Al abrirlos, contemplé que estabas montado en el carruaje con la chica entre tus brazos. Me dijiste:

- Se llama Selene. Acaba de quedarse huérfana. Viajaba con sus padres hacia la casa de sus tíos en Coope City.

Yo iba a preguntarte como podías saber tanto de ella, pero la chica abrió los ojos
mostrándolos del mismo color que la savia joven, mientras su pupila se clavaba en mí, sedienta de curiosidad. <<

En ese instante, unos pasos hicieron crujir la madera, cuando la puerta al final del pasillo, comenzó a abrirse lentamente.

jueves, 27 de mayo de 2010

Capitulo 2

Ninguna de las dos figuras se había percatado de su llegada, Hasta que el estrépito producido por la espalda al caer al suelo, les hizo girar la cabeza hacia su dirección.

Alexander no se movió, incapaz de apartar la vista de la chica de pelo castaño, e increíbles ojos azules que había visto antes. O eso creía él, pues su piel pálida, y unos caninos que sobrepasaban la longitud normal de casi todas las criaturas sobrenaturales. Solo dos tipos de criatura alcanzaban aquella medida: los licántropos, que tenían desarrollados unos colmillos preparados para atravesar casi cualquier tipo de superficie. Y los vampiros.

Ahora tenía a las dos razas más poderosas a apenas unos metros de él. Ella lo miró. En sus ojos brilló una chispa de recuerdo, y sus labios se curvaron un solo segundo, para mostrar una efímera sonrisa, que parecía no haber existido nunca.
El lobo se percató de aquella sonrisa, y echó a correr hacia la chica, con objeto de disminuir la desventaja, que él creía suponía la aparición de Alexander y la sonrisa de la vampiresa. Ella se giró en el momento que la bestia embestía con enorme ferocidad. Haciendo que la chica volará durante un segundo, hasta estrellarse contra la fuente. Se resquebrajó, y un chorro de agua comenzó a salir a través de las grietas.

La vampiresa salió como una exhalación del agua y le plantó una miríada de golpes al lobo. Acertándole uno de ellos en el hocico, y haciéndole retroceder involuntariamente.
El animal le lanzó una dentellada hacia el cuello, pero ella ya estaba preparada para lo que pudiese pasar y lo elevó con una patada más veloz que el rayo, que le hizo realizar una parábola hasta aterrizar sobre un montículo de arena, de alguna obra cercana.

Al cabo de unos segundos se levantó con un gemido, y echó a correr dirección al bosque entrando por un callejón.
Alexander recogió la espada del suelo y se acercó con cuidado a la vampiresa, que le miraba enseñando los colmillos. Cuando ya no se separaban en más de dos metros, el chico envainó la espada:

- ¿Quién eres? - dijo Alexander sin ninguna emoción en la voz.

La chica lo miró sonriendo. Un brillo de diversión asomaba en sus ojos. Comenzó a hablarme con una voz tan suave, que de no haberla escuchado habría pensado que era el sonido del roce entre dos tiras de seda:

-¿No te acuerdas de mí?, ¿Tanto tiempo ha pasado Alex?

El chico ladeó la cabeza sin saber que contestar. La chica esperó unos segundos y prosiguió con un tono algo mas serio:

-Veo que no.-dijo con un suspiro- , ¿No recuerdas, ni siquiera mi nombre?

Alexander negó enérgicamente con la cabeza antes de hablar:

- No se, por que voy a contarte esto, pero lo haré.- Espero a que la chica asintiera y prosiguió- Hace tiempo que no recuerdo quien soy realmente, que no consigo recordar nada antes del año 1990 –hizo una pausa para coger aire-, por lo cual si te conozco no recuerdo nada de ti, ni de nadie anterior a esas fechas. Aunque solo soy capaz de sentir afecto hacia ti. Y por alguna extraña razón, sé que puedo confiar en ti.

La vampiresa se acercó y le susurró al oído:

- ¿Quieres que te ayude a recordar?

Alexander asintió sin pensarlo ni una vez siquiera.

-Bien, te lo contaré todo, pero este no es sitio para hablar de asuntos que nos conciernen a ambos.-dijo la vampiresa que comenzó a andar hacia la dirección por la que Alexander había llegado.

El chico la siguió a unos pasos de distancia. Y ella sin girarse ni dejar de caminar le dijo:

-Por cierto, tal vez te ayude a recordar.- Dijo con tono divertido- Me llamo María.

Él se paró de pronto, mientras sentía como los recuerdos de una época olvidada, llenaban los huecos de las lagunas que su memoria no había sido capaz de recordar. Penetraba en su mente, llenándola de infinito dolor.
Cayó al suelo de rodillas bajo la atenta mirada de María, y comenzó a decir entrecortadamente:

-Ya……..ya sé……quién….eres…eres…- La chica lo miró con eterno cariño en la mirada.

- No hace falta que lo digas ahora- le dijo mientras se acercaba, y tras agacharse le colocaba su helado dedo sobre sus cálidos labios-, tenemos mucho tiempo para hablar de ello.

Alexander asintió, con los ojos reflejando de nuevo cariño y frío, a partes iguales. Se levantó y justo a la chica se perdieron en la oscuridad de camino a la casa.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Capitulo 1

Era una noche silenciosa, como pocas en la ciudad a aquellas altas horas de la noche.
Nadie se atrevía a salir por las noches, debido a la cantidad de rumores que circulaban de boca en boca advirtiendo una serie de desapariciones.
A pesar de los rumores, una alta figura caminaba por las calles. Sus movimientos eran rápidos y fluidos como los de un felino, y parecía estar en continua tensión.
Su largo cabello blanco le llegaba poco más de los hombros, su cara de rasgos angulosos mostraba unos ojos inexpresivos de un color como el hielo. Su ropa era negra, que hacia contraste con su piel pálida. Llevaba una espada en una vaina negra. Caminaba por las sombras como si fuera invisible entre ellas.

Tras pasar una oscura y solitaria avenida, se internó por una calle como boca de lobo, en la que no había ni un halito de luz que mostrara el posible camino que le deparaba. Llegó hasta un edificio enorme, y desapareció por la puerta. Subió por las escaleras hasta llegar al piso más alto, y en total silencio, entró por la puerta tras empujarla y murmurar algo en un idioma extraño.

Tras pasar el umbral de la puerta con sumo sigilo, dejó la espada apoyada junto al marco de la puerta, y con un sigilo inhumano camino hasta una puerta blanca tras la que se escuchaba una ligera respiración.

Abrió la puerta y pudo observar una figura echada sobre la colcha de la cama. Era una chica, tumbada de espaldas a la puerta.
El muchacho rodeó la cama con pasos rápidos, y miro a la chica a la cara.

Dormía placidamente, con su pelo del color de la noche cayéndole sobre los ojos. Su cuerpo en posición fetal era bastante esbelto, y su tez era de un color carne suave, casi blanca. Sus pestañas eran largas, y sus labios finos y rosados eran como la petición de un beso. Tenía unas orejas de gato negras, y una cola también negra.
Tras acercarse a tan solo uno centímetros, la chica abrió los ojos y lo miró somnolienta.

- ¿Ya has vuelto, Alexander?- preguntó la chica con voz dulce.

El chico le sonrió tras asentir, y en sus ojos de “hielo” apareció una chispa de cariño. Ella se incorporó sobre la cama y tras mirar el reloj murmuró:

-Todavía es muy temprano para despertarme.

Se acurrucó de nuevo en la cama, y tras un ronroneo, se durmió. Alexander suspiró suavemente. Se alejó, y salió de la habitación cerrando la puerta a su paso, sin perturbar el silencio de la noche.
Se tumbó en el sofá que había en el salón, mientras contemplaba la nada con una mirada vacía.

Empezó a recordar lo mismo de cada noche:

>> Una chica, que parecía conocerle de algo movía los labios sin pronunciar un solo sonido.
Sus ojos azules brillaban en una expresión de cariño, y sus labios parecían querer esbozar una sonrisa. Ataviada con unos pantalones de cuero marrón y unas botas altas también de cuero. Una camisa blanca, desabrochada por la parte superior, que mostraba una camisa mucho más fina que la anterior, que no protegía de la vista de posibles transeúntes, desesperados en la búsqueda de algo que les animara.
Llevaba el pelo castaño suelto, de forma que le llegaba a casi la mitad de la espalda.

La veía esbozar la sonrisa que, después, todo se volvía oscuro y ella desaparecía.<<

Cerró los ojos dolido al verla desaparecer aunque fuese un recuerdo incompleto. No recordaba nada de sus veinte años de vida.

Un rugido rompió el silencio. Al instante Alexander ya se encontraba precipitándose por la ventana. Espada en mano.
Corría a una velocidad de vértigo, subiendo por los tejados apenas con un leve impulso, con una agilidad y un sigilo que ni siquiera un animal acostumbrado a la caza nocturna, lograría imitar.

El rugido se dejó oír una vez más, seguido de un siseo. Aquel último sonido revelaba que ya no se encontraba muy lejos.
Al cabo de unos segundos, llegó a una pequeña plaza. Dos figuras se miraban con un odio, tan intenso, que incluso se respiraba en el aire.

La más grande era la figura de un enorme lobo, de un tamaño semejante a un oso. Su pelaje plateado parecía brillar bajo la luz de la luna. Y sus ojos negros, destellaban inteligencia. Chasqueaba una mandíbula, de dentadura formidable.

Alexander movió los ojos hasta la figura más pequeña. La espada se le resbaló entre los dedos, estrellándose contra el suelo en un sonido metálico. Sus ojos de hielo solo mostraban incredulidad.

Un Artículo sobre los góticos.

A lo largo de mi vida he leído muchos artículos negativos acerca de los góticos que los acusan de decenas de ordinarieces como de adorar al diablo, ser ninfomanos, drogadictos o suicidas, así que me voy a permitir el honor de escribir un contra-artículo en el que se describa de una maldita vez qué significa que una persona decida ser gótica.
Para empezar un gótico suele decidir éstas tendencias durante su temprana adolescencia así que éstos artículos atacan directamente a los padres poniendolos a la defensiva de algo que simplemente no comprenden y, en la mayoría de los casos, no se atreven a preguntar directamente al niño o lo tachan sin más de mentiroso. De éste modo la mayoría de los jovenes se sienten perseguidos, rechazados, abrumados, acosados y discriminados porque deciden asumir un estílo de vida y vestuario diferente a los patrones "normales" que la sociedad y la televisión dicen que deben de ser. Lo primero que empezaré recomendando antes de hablar de lo que es el gótico es que hablen con sus hijos, o mejor, que les escuchen y traten de entender que hay muchas maneras de canalizar sus sentimientos, gustos y aptitudes.
Está comprobado que en su mayoría los adolescentes que deciden seguir las "tendencias góticas" tienen un gran potencial artístico o superdotado que bien podrán explotar en un futúro si deciden convertirse en profesionales de algún campo.
El momento en que su hijo o hija adolescente decide teñirse el pelo de negro o colores fantasía y apela a la creatividad con el delineador de ojos puede ser una pesadilla para los padres, pero quizá éste sea un momento para celebrar. Es muy probable que cuando tu pequeño gotiquito crezca se convierta en psicólogo, médico o arquitecto.
Son selectivos y sensibles, fanáticos de la poesía y los libros, sin especial interés en las drogas o en comportamientos anti-sociales. En muchos casos irán abandonando el gótico como estética según sean adultos, pero lo más probable es que tengan los mismos gustos durante el resto de su vida. Les gusta la música y el arte y muestran más interes en el romance que en el sexo casual de una noche. De hecho, lo único "oscuro" sobre los góticos es su vestimenta y su sentido del humor, que suelen usar de forma sacastica.
¿Qué es "Gótico"?
La palabra viene de los godos, una tribu barbara centroeuropea que invadió el imperio romano entre los siglos III y V d. C. y más tarde en la época medieval se llamó de ésta forma a un estílo de arquitectúra clásica que se usaba principalmente para las iglesias cristianas. En el siglo XVIII nació el que sería el "espítu base" del gótico cuando la gente empezó a tener especial interés en su pasado medieval y comenzaron a escribirse las novelas góticas que solían tratar en sentimientos románticos, trágicos y decadentes, así como numerosas obras de arte con la misma inspiración.
El movimiento gótico moderno nació en la música con la misma inspiración de la que hemos hablado y por aquel entonces, a principios de los años '80, de la mano del movimiento punk, aunque sus caminos acabarían separandose. La banda gótica Bauhaus estuvo en la portada de Smash Hits en 1982.
El Gótico es una cultura antigua, extensa, diversa y llena de sentimientos.
¿Cómo es un gótico?
La verdad es explicar cómo es un gótico es imposible, ya que todo lo aquí mencionado está muy generalizado y cada persona es un mundo diferente, pero me centraré en la principal forma. Los góticos forman una subcultura, estilo y forma de pensar única. Los góticos tienen una visión muy oscura de las cosas. Esto no necesariamente significa que son personas perversas o malintencionadas, como muchos suelen pensar. Son personas que han ido más allá de las ideas y pensamientos convencionales de la gran mayoría de la gente.
La Biblia dice que mientras un hombre se vuelve más sabio, más sufre. Esta gente ha podido pensar por si misma y ha adquirido una filosofía pesimista y fatalista en lo que se refiere al mundo y sus habitantes, y no se les puede culpar ya que su visión es cierta.
Generalmente un gótico es artista de corazón. Las artes finas forman una parte importantísima en la vida de la mayoría de ellos. Esta fascinación por las artes se manifiesta más que nada en la música, no solo la gótica moderna si no también en la clásica, y en la literatura, pero aún así comprende casi todo el espectro. Entre los autores clásicos preferidos por los góticos se encuentran Dante, Lord Byron, Tolstoy y Edgar Allan Poe. Como pueden notar, un gótico es considerablemente más culto que la persona promedio. Ellos también aman la historia, más que nada la Victoriana y Eduardiana. También suelen discutir de la religión y su evolución y lugar en la sociedad moderna.
Se suele decir de la música gótica que habla de adorar a Satán, pero es tan facil como escucharla para ver claramente que por lo general, si no habla de los amores trágicos o decadentes que ya he mencionado, trata temas de reflexión concentrándose en la maldad causada por la sociedad, el racismo, guerras y discriminación.
La cultúra gótica moderna suele ser muy pacifista, pero al mismo tiempo está moralmente en contra del sistema (puede que por su relación con la cultúra punk).
Por otro lado, si nota que todo de lo que estoy hablando no tiene nada que ver con lo que he mencionado y ha sido usted culpable de hacer de su hijo/a un mimado es muy probable que éste sólo diga que es gótico para captar la atención que tras la infancia ha perdido. No conocen el idealismo y no tienen idea de lo que ser gótico significa... los góticos les llaman "poseurs" y están mal vistos incluso dentro de una sociedad tan abierta como la gótica. ¿Solución? Comprenle más cosas. Ya la han cagado con él, quitennos a nosotros el marrón de encima *risas*.
Los góticos no suelen ser intolerantes ni excluyentes, suelen ser serviciales y frecuentemente asisten a quienes necesitan ayuda, sin importar que tipo de personas sean, pero en ocasiones pueden comportarse de forma cortante o despectiva debido al rechazo que suelen recibir.
MITOS FALSOS SOBRE LOS GÓTICOS:
Los góticos son distintos al resto de la gente y la gente suele condenar lo que no entiende. Igual que en el siglo XV se quemaban vivos a los celtas y judíos acusandolos tajantemente de brujería en nuestra época seguimos acusando lo que es diferente a nosotros con las suposiciones más sencillas antes que preguntar primero.
- No son satánicos.
- No se creen vampiros.
- No son peligrosos o violentos.
- No están obsesionados con asesinar.
- No todos son drogadictos.
- No son suicidas.
- No son sadomasoquistas.
- No todos se visten de negro o usan maquillaje.
- Frecuentan el uso de piercings o tatuajes en la misma frecuencia que cualquier otro joven.
- No todos escuchan solamente música gótica.
- Tienen trabajos que atender, clases a asistir, pagan impuestos, tienen coches y casas, suelen ser voluntarios en sus comunidades, y son tan productivos como la mayoría, si no es que más.
- La mayoría posee tendencias artísticas, pero no todos son músicos componiendo música oscura, pintores pretenciosos, o escritores freakeados de comics. Algunos hacen estas cosas, claro, pero otros tejen, hacen joyería, escriben de todo, desde novelas hasta ensayos humorísticos, cocinan, esculpen, fotografían, hacen jardinería, danzan, hacen películas, diseñan juegos, o se envuelven en cientos de otras actividades creativas.
- No están ahí para aterrorizar a la gente ni para corromper a los niños.
Tan sólo quieren disfrutar de las cosas que le gustan como haría cualquiera y por lo demás no son tan diferentes de cualquier otra persona del mundo.
¿Porqué se deprimen tanto los góticos?
No están deprimidos todo el tiempo ni se pasan el día llorando en su habitación. Les gusta estar contentos y salir con los amigos a divertirse de cualquier forma, pero es cierto que no podemos negar que muchos sufren depresiones y en la gran mayoría de los casos la culpa la tienen los demás ya que la cultura moderna oprime todo tipo de individualismo y expresión propia, lava el cerebro a la gente y con ésto tranforma a los individuos de patrón "normal" en individuos hostiles hacia cualquiera que no es como ellos. Les tratan mal constantemente y todo el mundo les mira feo, así como acusarles constantemente de cosas que no son (gracias a lo cual están leyendo éste artículo) y en la vida cotidiana de un gótico es algo común el recibir insultos constantes cada vez que sale a la calle, e incluso agresiones... y el hecho de que éstas barbaridades ocurran sólo por que uno decida no vestir a la moda es algo tan imperdonable como el racismo, por ejemplo. Es intolerancia hacia una persona que sólo quiere ir como le dé la mismísima gana, y por supuesto se dan cuenta de que si fuesen igual pero enteros de cualquier otro color como puede ser el azul les tratarían de una forma totalmente distinta.
Si hay góticos que escogen interpretar el papel el trágico y deprimido "artista mártir" ("¡Oooh, la angustia!", dicho en una trágica voz con el dorso de la mano artísticamente colocado en contra de la frente), pero la mayoría de los góticos de
ningún modo son así. La mayoría, de hecho, encuentra ésto tonto y ridículo. Hay una cierta oscuridad en el carácter y la emoción del gótico, la cual es la escencia de la cultura, pero en absoluto llega a esos extremos.
También pueden deprimirse porque pueden tener una tendencia a ser extremadamente analíticos combinada con un alto nivel de sensibilidad y empatía emocional, lo cual
frecuentemente causa gran tristeza al ver que tan horrible y cruel puede ser la vida. Este tipo de personalidad predomina en
el "gothdom", ya que es también el tipo de personalidad que crea al artista, y los artistas son bienvenidos en la cultura gótica. En los góticos jóvenes, esta angustia es usualmente enfocada hacia ellos mismos, pero en góticos maduros es con el mundo entero. Esta gente frecuentemente trata de mejorar las cosas pero frecuentemente se encuentran a sí mismos tropezando con su exagerado autoanálisis y llegan a frustrarse debido a la dificultad de hacer progresos.
Siempre tratan de evitar una depresión clínica o cualquier otro desorden del comportamiento. Ellos tienden a ser
emocionales y expresivos y por eso se suele notar cuando se sienten tristes, pero igualmente demuestran lo contrario cuando están alegres.
En un estudio realizado y discutido por la periodista Denise Winterman de la BBC entrevista a varios góticos y Antoinette Drakes, de 16 años dijo "Donde yo vivo son generalmente los pandilleros quienes comienzan con la violencia, y no los góticos; entonces creo que somos un grupo bastante pacífico."
¿Realmente han visto algúna vez a un gótico cometiendo delitos o haciendo maldades?
"Nos dedicamos a nuestras propias cosas y hacemos lo que nos gusta hacer. Pero los góticos son como cualquier otro grupo, y gran parte depende del individuo (...) En general somos bastante sensibles pero también hay algunos que no lo son, que están en una pose. Algunos terminarán siendo médicos y otros estarán desocupados. Los góticos son una mezcla de personalidades, como todo el mundo".
¿Es más importante para usted las apariencias o lo que el ser humano es en su interior?
Mia Joseph, de 40 años, ha sido gótica desde su pubertad, y explica que, a esta altura, para ella ser gótica es una forma de vida. Ttiene su propia tienda de ropa gótica, de cuero y de PVC.
"No se trata de ajustarse a una subcultura particular, esto se trata de mi vida. Estoy más allá de pensarme como gótica: soy sólo yo".
"Creo que la gente nos acepta más ahora. Hace años notaba que la gente pensaba que mis piercing y tatuajes eran amenazantes, y ahora son parte de la vida de todos los días. Mucha gente tiene piercing en sus narices o un tatuaje".
"Hay abuelas que vienen y me dicen que les hubiese gustado poder vestirse como yo cuando eran jóvenes".
Para finalizar, primero os doy las gracias por leer, y segúndo les pido que antes de optar por el camino sencillo de presuponer las cosas y criticar, o insultar, directamente aquello que no comprendan, comportense como ciudadanos civilizados y no como primates... Pregunten primero y opinen después.